viernes, 29 de octubre de 2010

Ni una sola lágrima, ni un secreto que esconder, ni una tableta de chocolate más. Ni un diez por ciento de suspiros más por el. Ni su foto desgastada, ni más locos telegramas, ni apretar contra ti la almohada ni más suplicas calladas si le ves.
Ser niña o mujer, un punto intermedio, donde juega la luna entre tus sueños, cuando el corazón impone su ley.
 Ni más horas sin contar, ni fingir ni marchitar, la calle del adios es de una sola direccion, prueba y todo cambiara siempre sale un nuevo sol tienes que aprender a volar como hize yo

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